Siempre sonriendo juntos

Siempre sonriendo juntos

“Hola, soy Rossileth y soy la mamá de un príncipe de 3 años”. Así saluda Rossy con voz firme y orgullosa pues en sus piernas juega y pone los nuevos zapatos a su hijo Carlos Eduardo. Ambos pacientes de Operación Sonrisa en La Guajira.

Rossileth nació hace 35 años y para ese entonces, dice su papá Carlos, no era como ahora. Una niña con la condición de labio y paladar hendido no recibía los mismos tratamientos y oportunidades que hoy, gracias a Operación Sonrisa, puede recibir. Don Carlos nunca se detuvo buscando lo mejor para su hija y en esa búsqueda, llegó a Medellín donde Rossileth recibió sus y primeras cirugías.

Cuando Rossy tenía 8 años, una vecina en Riohacha conocía al director en ese momento de Operación Sonrisa y fue entonces que lo contactaron y supieron que había una jornada en Barranquilla.

“Apenas mi papá supo, armó maletas y viajamos a Barranquilla llenos de expectativas e ilusión.” Asegura Rossileth.

Fue en 1994 que Rossy recibió su primera intervención quirúrgica con Operación Sonrisa y desde ahí el vínculo se formó, porque Don Carlos no descansó hasta que lograra que Operación Sonrisa llegara a La Guajira.

Durante 8 años fue paciente y participaba en todas las jornadas anuales que se hacían en La Guajira y poco a poco se fue enamorando de lo que hacía la Fundación. Cuando Rossileth cumplió 16 años, empezó a estudiar Contaduría, siguiendo los pasos de Don Carlos,  pero se dio cuenta que su pasión era la psicología, pues quería poder ser parte de Operación Sonrisa algún día.

“Para mi papá no fue fácil que dejara Contaduría, pero yo le llegué con la inscripción a Psicología y él solo tuvo que pagar la primera cuota, porque de ahí en adelante, estuve becada hasta que me gradué.”

Ahora, cada año, participaba en las jornadas que Operación Sonrisa realizaba en La Guajira, como voluntaria y ya no como paciente. Ya no solo era “la hija de Don Carlos que tenía la condición”, sino la referencia en Riohacha cuando se trataba de casos de niños y niñas con labio fisurado y/o paladar hendido en la región. Así poco a poco fue acercándose al trabajo de Operación Sonrisa, hasta que a principios del 2022 logró su más grande meta; ser parte del equipo de la Fundación y acompañar a pacientes en diferentes lugares de La Guajira y Colombia.

Todos los días Rossileth se levanta a las 5 de la mañana a dejar todo arreglado para Carlos Eduardo, hace el desayuno, lo arregla con su uniforme y deja todo listo para que su prima lo lleve al colegio y así Rossy sale a trabajar.

“Carlos Eduardo es un niño particular, especial, inquieto, extrovertido, espontáneo, cariñoso y amoroso. Mi hijo es un conjunto de cosas bonitas en él solo.” Menciona Rossileth.

Carlos Eduardo, que lleva el mismo nombre de su abuelo, Don Carlos, nació con la condición de labio fisurado y paladar hendido y desde que cumplió los 2 meses de nacido empezó su tratamiento y acompañamiento con Operación Sonrisa, como Rossy lo había hecho cuando cumplió 8 años.  Ella siempre había soñado con ser mamá, aunque le preocupaba que su bebé también tuviera la condición. En uno de sus controles mensuales, los doctores le dijeron lo que ella con un “pálpito constante” presentía: Carlos Eduardo venía con la condición.

“Fue un gran impacto, pues, aunque era una alta probabilidad, la realidad llegó llena de miedo por lo que podría pasar,  uno nunca está preparado”, Asegura Rossileth.

Lo primero fue llamar a su mamá, a su papá y al padre de Carlos Eduardo. “No fue fácil, pero mi papá me dijo; Si lo hicimos contigo hace 33 años, tú también vas a poder hija”.

A partir de ahí, las personas más cercanas a ella la apoyaron e inmediatamente llamó a sus colegas de Operación Sonrisa, en donde ya era voluntaria y empezó el proceso que ella ya conocía.

Gracias a que, Rossileth ya participaba en Operación Sonrisa, además de haber sido paciente desde los 8 años, siguió todas las recomendaciones por parte del equipo de la Fundación, aunque el reto era muy grande. Cuatro meses después, cuando Carlos cumplió los 6 meses de nacido, recibió su primera cirugía en una jornada en Cartagena, “desde ahí arranqué esta carrera junto a Operación Sonrisa, ya no como paciente, ya no como voluntaria, sino como mamá de un niño con labio y paladar hendido.”

Hoy Rossileth, es psicóloga del equipo del proyecto “El Lugar de las Sonrisas” en La Guajira y se destaca por su carisma, su gran trabajo y su historia de vida. Es un apoyo inmenso para sus pacientes y para las familias ya que no solo es su psicóloga, sino también fue paciente y es madre de un niño con la condición.

Operación Sonrisa Colombia

1 Comments

  1. Pablo on junio 26, 2023 at 3:26 am

    Veo que esta es la ultima historia que tienen actualmente accesible. Quiero mencionar que estoy muy feliz de tener una fundacion como esta en mi pais y ojala a futuro podamos crear mas oporunidades asi para que todo el mundo tenga la oporunidad de una vida igual.

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